Felipe Calderón Hinojosa

ENCUENTRO CERCANO… FELIPE CALDERÓN

Hoy, queridos lectores, transcribo una de las entrevistas que a lo largo de mi vida he solicitado y no me han negado, la entrevista con Felipe Calderón, espero les guste tanto como a mí me gustó la experiencia.




Lunes 10 de la mañana, Los Pinos, Distrito Federal. Me encuentro en una antesala al salón de entrevistas del presidente Calderón, me siento muy nervioso y a la vez emocionado ya que me va a recibir el mismísimo presidente, se acerca un guardia de seguridad, me hace una seña y me acerco.

Guardia de Seguridad.- A ver mano, contra la pare’ separa las piernas y levanta las manos, te voy a ‘cachear’.

Juan Pérez.– Ok… (Hago lo que me dice y lo primero que hace es poner su mano en mis bolas…) ¡Hey, hey! ¡¿Qué le pasa?!

GS.- Ni modo mano, así es la revisión, no debes de traer nada con lo que puedas lastimar al presidente

JP.- En fin, hágalo rápido por favor, me está incomodando mucho. (escucho que alcanza a decir algo como “pinche chillón” y termina su revisión)

GS.- El señor presidente lo recibirá en el bar, espero no le moleste.

JP.- ¿En el bar? ¿A las 10 de la mañana?… ¿Hay un bar aquí?

GS.- Se, El señor presidente lo mandó instalar cuando Fox le dejó la… cuando ganó las elecciones.

JP.- Ah, Enterado

Me conduce por pasillos y atravesamos un bonito jardín, por fin llegamos al bar, es un lugar increíble, hay de todo, una cantina bien surtida, botana, tiro al blanco en la pared, una maquina de pin-ball, una mesa de billar profesional, tacos (para jugar al billar), un escenario en el que cabría fácilmente una orquesta de 15 músicos y extrañamente en el medio del escenario hay un tubo lustroso… no comprendo qué arquitecto tan malo contratarían para el montaje del bar, mira que dejar un tubo de soporte justo en el medio del escenario… en fin.

Me sientan en una mesa grande como para 8 personas y me ofrecen un trago.

Mesero Presidencial.- Señor Pérez ¿Le ofrezco algo de tomar? Tenemos whisky, vodka, tequila, ron, coñac, aguardiente, mezcal, burbon, cervecita, de todo y de todas las marcas ¿Que le traigo?

Juan Pérez.- Coca-cola, por favor. (Creí que sería peligroso decir solo “coca”)

MP.- Mmm… ¿Sólo coca-cola? (al parecer el mesero opinaba lo mismo que yo)

JP.- Si joven sólo Coca-cola por favor, comprenda usted que son las 10 de la mañana y no me dio tiempo de desayunar bien.




MP.- Pero tenemos cacahuates, tostadas de pata, chistorra con queso, nachos, frijolitos, caldo de carne, básicamente cualquier botana que usted quiera (para que desayune bien), yo sé que ya es tarde pero ¡Venga hombre! Tómese un trago, no todos los días lo recibe a uno el presidente, ¡Ande, déjese querer!

JP.- Es que no tomo alcohol sabe, trato de mantenerme fuera de eso, mire usted, sufro de asma, calvicie, sobrepeso, tengo piel sensible, pie de atleta, miopía y astigmatismo, imagínese si encima me vuelvo alcohólico.

MP.- Como usted quiera, pero le recomiendo que se tome un trago o dos, el señor presidente es muy especial en ese sentido.

JP.- (suspiro de resignación) Está bien, tráigame un poco de whisky con agua mineral por favor.

MP.- Jhonnie Walker (Etiqueta roja, negra, verde, azul, dorada), Buchanans, Chivas Regal (18, 12), Jack Daniel’s… (Lo interrumpo)

JP.- Lo dejo a su elección, usted es el experto, gracias.

En cosa de dos minutos trae una botella de JW etiqueta azul y 3 botellas pequeñas de agua Perrier, me sirve mi trago y me desea suerte (“Estaré pendiente para cuando necesite más agua” me dijo)

JP.- Muchas gracias…

No han pasado 10 minutos desde que me sirvieron mi whisky cuando entran al bar unas 6 personas, los noto muy nerviosos voltean para todas partes, me da la impresión de que esperan que alguien salte desde cualquier lugar del bar y diga “BUUUUU!!!” eso no sucede y uno de ellos se acerca a mí, me pide mi cámara y mi grabadora de notas, me dejan únicamente un cuaderno de campo, una pluma, unas tijeras de punta chata, y un pritt, enseguida entra el señor presidente.

Felipe Calderón.- Buenos días señor Pérez, ¿Cómo está usted?

Juan Pérez.- (Me levanto de mi asiento, noto la estatura del presidente… sí que es bajito, huele mucho a alcohol, a penas son las 10 de la mañana así que supongo que el olor que será de la noche anterior, una persona así de ocupada debe de tomar al menos 2 tragos por reunión, con 8 reuniones al día ,bueno…) Señor Presidente, es un honor, muchas gracias por concederme esta entrevista, mis lectores estarán encantados cuando la lean…

FC.- ¿Y qué seguridad tiene usted de que saben leer? (una de las personas que llegaron primero se acerca y le dice algo al oído)… Perdón, lo que quise decir es… que me encuentro encantado y que seguramente sus lectores disfrutarán mucho la entrevista, siéntese por favor.

JP.- Si ejemm… bueno señor presidente, me gustaría empezar preguntándole ¿Qué opina de Andrés Manuel López Obrador, que se diga presidente legítimo y que lo culpe de un fraude/robo electoral?

FC.- A mi ese chango hijo de su madre me tiene sin cuidado, es un tipo enfermo de poder que no sabe ni donde está parado, no sabe lo que dice y si no le he mandado dar una “calentada” es porque me da mucha lástima, además, mis consejeros dicen que es mejor que lo ignore, así la opinión pública lo olvidará como olvida todo y dejará de hacerse preguntas que no me convienen. (levanta la mano y enseguida llega el mesero a atenderlo) A ver muchacho, tráeme un tequila doble, una canastita de papas a la francesa con queso, de Ruben’s, dos vasos jaiboleros con hielo, una ‘patona’ de Bacardi blanco, 6 limones partidos por la mitad, agua mineral y un poquito de sal (le coloca un billete de $500 en la bolsa de la camisa y le da una leve cachetada) anda hijo, corre.




JP.- No entiendo señor presidente, la opinión pública no olvida, yo creo que más bien se resigna o tiene cosas más importantes en que pensar (como en el qué va a comer al otro día, si regresará a su casa cuando vaya a trabajar, si no lo secuestran saliendo de trabajar, si su hijo es drogadicto o si no lo van a correr del trabajo), pero según mis encuestas la gente sigue recordando todo lo que ustedes (y con “ustedes” me refiero a los políticos) hacen ¿De verdad desde la presidencia de la república creen que la gente olvida así sin más?

FC.- Mira carbón… (Se toma el tequila de un trago, y empieza a hacer la cuba de Bacardi blanco, él mismo) ¿Cuántas chingaderas han pasado? ¿Cuántas promesas no cumplidas? ¿Cuántas injusticias, atropellos y enculadas le hemos (y con “hemos” me refiero a los políticos) dado a la gente? Sin ir más lejos, el impuesto más vil del mundo lo tenemos en México: la tenencia ¡Era para las olimpiadas! Jajaja Y ahí sigue ¿No? ¿La gente sigue pagando no? Pinches olimpiadas no queda ni el recuerdo ¿Pero qué tal el impuesto? Así es la gente de México, se calla y se somete, conste que no estoy diciendo que yo haya sido el causante de eso, te repito, desde 1968 los abrochó un ojete con ese impuesto, que entonces tenía sentido, a día de hoy, 43 años después ¡Lo siguen pagando! Cada uno de mis antecesores dijo que lo iba a eliminar, es la promesa de todos los gobernadores y hasta jefes de colonos en cada puta elección del país, por mísera que sea, y ¿Lo hemos quitado? Jajaja ¡Claro que no! Sabes que si quitamos ese impuesto tendría yo que estar tomando Bacardi todos los días ¡Ni madre! A mí me gusta el buen vino, las pedotas, comidas en lugares de lujo y la buena vida, sin ese impuesto sería imposible mantener ese ritmo de vida, además… de algo tiene que tragar la gente del IFE ¿No? ¿Ha visto usted que sueldos traen? ¡Hijos de la chingada! Ya ni yo que soy el jefazo, pero déjelos la historia los recordará como la basura que son…

JP.- Hablando de eso ¿No le preocupa cómo lo recuerde la historia?

FC.- Nah! Me vale madre ¿Todos mis antecesores son recordados como excelentes ciudadanos? ¡NO! Pero nos vale madre, la pensión que todos ustedes me van a pagar cuando termine mi mandato, seguridad del estado hasta que me cargue la chingada, los conectes, las conferencias ¿A mí qué chingados me importa lo que opine un pueblo jodido? Desde mi mansión no se escucha todo eso, y cuando uno está lleno de billete le juro señor López que le vale tres chingadas lo que opine un taxista, un obrero o un diputado de mierda.

JP.- Es Pérez señor presidente, Juan Pérez.

FC.- Sí hombre sí, Pérez… (Levanta la mano) A ver hijo, por favor tráeme un coñaquito con agüita mineral, no… no te lleves el ‘bacacho’ déjamelo aquí, tráete unas tostaditas de salpicón y una torta ahogada, por favor también dile al ‘negro’ que me mande dos puritos.

JP.- Yo no fumo, señor presidente.

FC.- JAJAJAJA ¿Y quién te dijo que eran para ti muchacho! Mejor sigue tu entrevista que ya me estoy entonando y esto vaya a terminar en pedota, al rato tengo una cita con gente del norte y ya sabes cómo son.

JP.- Hablando de eso señor presidente, que hay de la guerra contra el narco, mucha gente opina  que no estamos listos ¿Qué dice usted de eso?

FC.- Son gente que no tiene güevos, muchacho, como te decía hace rato, en México la gente es agachona, yo ni madres, de frente y a putazos, mira si no hacemos eso al rato vamos a estar llenos de culeros asaltando gente, secuestrando, vendiendo drogas y chingando gente ¿Ese es el México en el que quieres vivir?

JP.- Pero, señor presidente, básicamente ese es el México en el que vivimos… no veo la diferencia de el México que usted cree tener bajo su mando al que habría si pensamos un poquito más lo de la guerra contra el narco, por ejemplo.

FC.- ¿No te digo? ¡Pinches reporteros alarmistas! Es cierto que han caído un par de agentes, que hemos recibido uno que otro chingazo, por ejemplo mi compadrito Camilo al que dios guarde en su santa gloria, eso sí me dolió para que veas, pero es un sacrificio que hay que hacer, nosotros también les hemos tumbado dos que tres pesados, así que ahí la llevamos, mientras, lo único que te puedo decir es que no me voy a rajar, voy a tirarles con todo a estos weyes ¿Aabes cuál es el pedo realmente?

JP.- No señor ¿Cuál?

FC.- Que yo no he querido hacer bisne, a mí desde el más chico hasta el más grande me tienen sin cuidado, con gobiernos pasados estos cabrones estaban acostumbrados a mocharse y que los dejaran ‘trabajar’ a gusto, yo no amigo Gonzales yo no le entro y por eso me tiran tanta mierda, pero hasta el último día de mi mandato voy a seguirles tirando; ya lo verás, los vamos a terminar… El ejército, la marina, son mis brazos fuertes, tú ten paciencia y si no te mueres en el proceso, lo alcanzarás a ver.

Durante todo el tiempo hasta este punto de la entrevista yo tenía un concepto del presidente, ahora había cambiado mi concepto; me gusta más el Jhonnie Walker, a estas alturas ya me han traído otras 3 botellas de Perrier y me siento… alegre, desinhibido, fuerte y capaz, así que ¡Me lanzare por todo!




JP.- Me alegra escuchar eso, que al menos uno de tantos no se haya corrompido, ya ve como está la cosa en el bajío, directores, subdirectores, agentes, todos con el narco, al menos el presidente y las fuerzas armadas responderán por nosotros.

FC.- Así es, amigo Fernández,  lucharé hasta el final, mientras qué le parece si ponemos musiquita y le hablamos a un par de ‘amiguitas’ digo, que valga la pena la visita ¿No? La gente del norte esta citada hasta las 4, así que tenemos tiempo.

JP.- Pero señor, tengo más preguntas, todavía falta lo de… (Me interrumpe, le acaba de entrar una llamada por el “teléfono rojo”)

FC.- Mira Luisito, voy a tener que dejarte, acaban de encontrar un chingo de cuerpos en una fosa clandestina, tengo que dar un discurso ¿Tú lo entiendes, verdad?

JP.- Claro señor presidente, muchas gracias por su tiempo, los tragos y la botana, mis lectores estarán encantados de saber que su presidente es un excelente anfitrión.

FC.- No, no mames Luisito. No vayas a decir que te recibí en el bar, luego vayan a decir que soy alcohólico y no, tú viste que para nada, mejor di que te recibí en mi despacho y que mi secretaria te regaló un café, alguna cosa así… por cierto ¿Alguna idea para el discurso? Tengo que dejar claro que seguiremos en la lucha, que me encuentro muy consternado y que le doy mi apoyo 100% a las familias de los afectados, lo he repetido tantas veces que ya me faltan las palabras.

JP.- La verdad que no me viene nada a la mente señor presidente, eso que acaba de decir me parece realmente atinado, pero déjeme le recomiendo algo, dé un mensaje terminando el clásico de clásicos, el partido por la gloria, el juego del honor, el… (Me interrumpe)

FC.- Luisito, yo le voy al Cruz Azul.

JP.- Sí, pero jalan más gente las poderosas Chivas y los chavos esos del otro equipo… los de amarillo… además acuérdese de que están en la televisora más popular.

FC.–  Lo voy a pensar Luisito, ahora me voy, te quedas en tu casa, está todo pagado, no te preocupes por nada ¿Ok?

Suena su blackberry y responde…

FC.- ¿Diego? Sí mano, ya voy para allá… no, todo bien, pero oye no mames carbón, quítate esa pinche barba que pareces salido de un documental de Osama Bin Laden… No, me vale madre la imagen que quieras dar, y ya sabes que eres el único ¿Qué le haces al pendejo? ¿A quién vamos a lanzar si no es a ti?… ahorita aguántame, no puedo hablar… sí hombre, otra pinche fosa llena de cadáveres…

Mientras se aleja escucho que dice “oye eso del secuestro ¡No mames! ¡Qué buena puntada carbón! ¿Es cierto que estuviste en punta diamante?…

Y  así termina la entrevista mis queridos lectores, espero les haya gustado tanto como a mí… lo malo fue al otro día, me agarró una cruda increíble, no sé como el señor presidente aguanta ese ritmo, será la experiencia que tiene, digo yo, lo único que me deja un mal sabor de boca es, si la ley prohíbe manejar un auto cuando uno se encuentra en estado de ebriedad, ¿Cómo permite manejar un país? En fin, me quedo lo que me sirva y lo demás lo deshecho; vomitando, sudando o meando.




¡He dicho!

Por Juan Pérez, 7 de Mayo de 2011

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