Reflexión, Jorge; el mejor aficionado del mundo

A los queridos lectores de este su blog, el Tepitazo, hoy les traigo una reflexión que me pareció importante dar a conocer, este tema me vino a la cabeza cuando conocí el caso de Jorge y es que uno se identifica, pero para qué hago el resumen si les puedo contar la historia completa…

Él se llama Jorge N. y es el mejor aficionado del mundo, su equipo favorito es el américa, no se pierde ningún partido y grita cada gol como si lo hubiera anotado su propio hijo. Como buen aficionado  compró la playera original para apoyar al club y no tenía otro tema de conversación que el gol del ídolo del club, la remontada de la semana pasada, la victoria contra uno de los odiados clubes, “América y ya” y “ódiame más”[sic.], son sus frases favoritas.

Terrible fue su suerte cuando empezó la mala racha, el equipo empezó a perder y fueron dos, tres y hasta seis partidos en línea los que el américa fue incapaz de ganar, Jorge empezó a desesperarse porque no entendía cómo un club tan glorioso no podía ver la luz, a la séptima semana tocaba partido contra el odiado rival, el que no se puede perder, era ÉL partido.

Para no hacer el cuento más largo, el América perdió el partido con un marcador escandaloso de tres a cero, al final del partido, Jorge muy desilusionado hizo lo que cualquier persona normal hubiera hecho; se quitó la playera del América y la tiró a la basura, ahora es fan del Guadalajara, al fin y al cabo es el equipo ganador, está enrachado y se ve a leguas que será el campeón de éste torneo.

Jorge es el mejor aficionado del mundo, su equipo favorito es el Guadalajara, no se pierde ningún partido y grita cada gol como si lo hubiera anotado su primogénito. Como buen aficionado compró la playera original del club, la mejor forma de apoyo de un aficionado para con sus amados colores, Jorge tenía mil formas de abordar su tema favorito: El Club Guadalajara, irremediablemente cualquier plática con Jorge terminaba siendo del mítico Chava Reyes o el gran Tubo Gómez, pasando por Oswaldito, El Gusano Nápoles y el histórico Omar Bravo.

Todo iba perfecto; un par de empates, alguna victoria sufrida pero en general el equipo avanzaba, Jorge ama sus colores más que nunca, los defiende a capa y espada y no permite que nadie insulte al “amor de sus amores”, como él lo llama.

Llegó el día esperado; el partido de vuelta de la final del torneo, el primer encuentro terminó cero a cero en la casa de los Pumas, así que con todo a su favor, el Grandioso Guadalajara contra los “gatitos” de Pumas, nada puede salir mal. El reloj avanza y ¡No puede ser! al minuto 32, Pumas se va adelante en el marcador… no importa, Jorge tiene fe en el equipo de sus amores; van a remontar, lo sabe, llega el minuto 44 y otra vez el dolor de ver tu portería mancillada, ya son dos y nos vamos al descanso.

Al medio tiempo Jorge piensa si está del lado correcto, pero sabe que sí, el Guadalajara es el equipo de sus amores desde siempre, leal como un soldado romano decide no claudicar “falta medio tiempo y esto no se acaba hasta que se acaba”, pero la triste realidad se impone: al minuto 21 del segundo tiempo Pumas lo hace de nuevo y clava el tercer gol para su causa, la final está prácticamente perdida, Chivas descuenta el de la honra al 38 pero parece demasiado tarde, “el último minuto también tiene 60 segundos” se dice Jorge.

El tres por uno que le da el campeonato a Pumas es una loza muy pesada, Jorge desilusionado hizo lo que cualquier persona normal hubiera hecho, se quitó la playera del Guadalajara y la tiró a la basura, ahora es fan de los Pumas, al fin y al cabo es el equipo campeón del torneo, le ganó a ese grupo de mariquitas que se dicen jugadores del Chivas.

Jorge es el mejor aficionado del mundo, su equipo favorito es el Pumas, no se pierde ningún partido y grita cada gol como si lo hubiera anotado su heredero. Como buen aficionado, se hizo de la playera original, qué bien se siente con el puma en todo el pecho. Jorge es un gran conocedor de la historia de su equipo, los alienta y los impulsa en cada oportunidad, además de que ya tuvo un par de altercados con sus compañeros de trabajo porque no llegan a aceptar la grandeza y el bagaje de los Pumas ¡Bah! ¡Qué van a saber ellos de fútbol si son aficionados de las Chivas o el América!…

Si a esta altura de la entrada te identificas con Jorge, déjame decirte que eres un ser humano normal y coherente… Pero ¿Cómo que opinas que Jorge es un villamelón y un oportunista sin amor a la camiseta? ¿Estás de acuerdo con la forma de actuar de Jorge? Porque déjame preguntarte algo: Si criticas a Jorge por cambiar de equipo cada que el suyo va mal ¿Por qué no dices nada cuando un político salta a otro partido?

Los partidos políticos nacen como un ideal, una forma de hacer las cosas de acuerdo a ciertos lineamientos o principios ¿Será posible ser hoy un republicano y mañana un conservador? ¿será posible ser hoy un revolucionario y mañana un demócrata? Si respondiste que no a esas preguntas, déjame decirte que estás en lo cierto, también estás en lo cierto cuando piensas que Jorge es un sujeto de lo peor, pero te falta crítica si votas por un tipejo que cambió de partido político, ya que eso lo único que nos indica es que su ideal es beneficiarse del cargo (y del pueblo), vivir de nuestros impuestos y sacar lo más que se pueda de su posición, él no va a defender tu bienestar, tus intereses ni tus ideales, él es Jorge ¿Votarías por Jorge para diputado? ¿Votarías por jorge para senador? ¿Para presidente? Si es tan evidente ¿Por qué se los seguimos permitiendo? ¿Por qué al cambiar de partido se borran en automático todos tus pecados?

Discúlpeme querido lector, que haya hecho esta comparación tan burda, pero necesitaba ejemplificar mi punto lo más claro posible, si usted se va a quejar de que no es lo mismo y de que son cosas diferentes, le pido por favor que me deje un ejemplo más claro con toda su explicación, en un comentario, prometo responder punto por punto.

Sin más les dejo la reflexión del día, en México tenemos muy poca memoria respecto a estas cosas y creo oportuno recordarles que la clase política nos está haciendo mucho daño, la que estuvo ayer, la que está hoy y la que viene mañana; TODAS son lo mismo, haga un ejercicio de sinceridad, elija a su personaje favorito y piense ¿De verdad éste quiere ayudarme como ciudadano?

Porque aunque haya un viejo refrán que dice “es de sabios equivocarse” , permítame decirle que: es de más sabios no equivocarse. He dicho.

Juan Pérez.

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