Es bien sabido por todos que en México es un requisito cuasi obligatorio, tener una religión, ser católico (lo que sea que eso signifique), cristiano, protestante, testigo de jehová o hasta yoruba o santero (mil disculpas si equivoco o uso mal algún término.) yo exploré al menos dos de esas opciones y le di vueltas en mi cabeza a la idea de una tercera.
Catolicismo.
Ser católico, porque mi familia lo es, no van a misa los domingos, no ayunan y que yo sepa, no dejan de comer carne en cuaresma, simplemente son católicos porque sus familias así se los enseñaron, probablemente esas familias antiguas que yo ya no conocí en todo su esplendor, sí que eran católicos, de los que siguen esas rígidas reglas y tienen más pánico de lo que va a pasar cuando fallezcan que de lo que hay aquí en la tierra mientras viven.
Tenle miedo a los vivos, no a los muertos
Esa frase me reventaba la cabeza, a mis 7 u 8 años yo pensaba “me dicen que le tenga miedo a los vivos y no a los muertos ¿Entonces qué tanto temen un castigo de dios?” porque recurrentemente escuchaba ésta otra frase:
Dios castiga sin palo y sin cuarta
¿Entonces dios no está muerto? o ¿dios es el único muerto al que debo de temerle? Y así empezó mi curiosidad, puede parecer ridículo, pero uno nunca sabe en lo que pueda derivar la curiosidad de un niño, ésto sumado a los pocos (por no decir nulos) resultados que me daba el rezar y “pedir” cosas a dios, terminó por aburrirme y tratar de expandir mis horizontes de espíritu a dioses más benevolentes, menos iracundos, menos voyeristas y más dadivosos.
Deténgase a pensar por un solo instante, haga un ejercicio de honestidad, cuando un niño que a penas entiende el montón de información que le pretenden meter en la cabeza escucha “pídele a dios” ¿Qué creen que pida? ¿Salud? ¿La paz mundial? ¿Que sus decisiones de vida sean correctas? Evidentemente no, el niño pide lo que en el momento necesita y todos los niños necesitan varias cosas antes que velar por su salud o por la paz mundial, hoy me daré cuenta si fui un niño egoísta o me revelarán que en verdad, todos fuimos niños y fuimos más o menos iguales, cuando me decía mi mamá “pídele a dios” yo en la noche, antes de dormir me ponía a rezar, honestamente, sintiéndome ridículo por toda la jerga religiosa de la cual no entendía todas las palabras.
“Creo en dios padre, todopoderoso creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible…”
Me tuve que aprender el credo para hacer mi primera comunión ¿Por qué quería hacer esa primera comunión? Porque mis padres me mandaron, iba a haber una fiesta y me compraron un traje blanco, por eso.
Pensando como un niño que pedía balones de fútbol, meter muchos goles, correr más rápido, tenis nuevos y que no le rompieran la madre los otros niños, dios hizo un mal trabajo, tuve balones de fútbol; pero no los que yo quería, correr más rápido; es una ilusión si no eres tan obsesivo como para tener el tiempo y la distancia medidos, tenis nuevos; probablemente cada seis meses, la verdad no lo recuerdo. Y así podemos seguir en una interminable lista ¿Quisieras tener a un dios así al lado? Definitivamente yo no, luego cuando vas a su casa, todo el mundo está callado, todos tienen cara de circunstancias, ahí no se puede hacer un movimiento en falso porque sientes que hay un francotirador listo para reventarte la cabeza de un tiro si es que osas estornudar o levantar medio decibel la voz, ese ambiente no es apto para un niño, lo asfixia, lo aburre y lo predispone, un niño común, sentado una hora (a veces más) en silencio y quieto, es garantía de que la próxima vez que le digan “vamos a la iglesia”, quiera poco menos que morir.
Cristianismo
Harto del catolicismo, busqué otras opciones, mi primer contacto consciente con el cristianismo afortunadamente fue cuando yo ya contaba más de 10 años, ya más despierto o al menos eso cree uno ¿No? No voy a decir quién porque creo que me lee y aunque en éste espacio se publica mi maldita voluntad, no es onda faltarle al respeto a nadie y mucho menos exhibir a las personas, dejémoslo en que nunca había escuchado las palabras “cristo nuestro señor” tantas veces en tan poco tiempo, enseguida pensé “si tengo qué hablar así para formar parte de su religión, aquí la dejamos” y no intenté siquiera acercarme a la iglesia que estaba a una calle de mi casa (al lado de los baños). Ésta fue la religión que desprecié más rápidamente, se me hicieron muy hipócritas, falsos y hasta cierto punto, perturbadores.
Santería
La santería llegó a mi vida por varias vías; familia, amigos, conocidos, el periódico, los famosos, Yucatán y un largo etcétera, pero había una constante en esa religión, daba resultados, o al menos eso decía toda la gente, varios años después de mi breve contacto con el cristianismo y el catolicismo, fui a ver a una “madrina” y oh sorpresa, para todo quería dinero, si bien es cierto que en las dos religiones anteriores también hay que ir pagando en cómodas semanalidades tu parcela de 2×3 en el cielo, al menos no son tan brutales para decírtelo, ellos te piden “limosna” (aunque sé que en algunas congregaciones cristianas exigen un porcentaje del sueldo, sé también que no son todas, no generalizaré) y ya tu decides si lo das o no, ahí es a huevo, como decimos en el barrio, es como con el doctor, doscientos cincuenta la consulta, tres mil el trabajo y hay otros trabajos más serios de a veinte mil, he leído en algunos casos (Adolfo de Jesús Constanzo) que los trabajos pueden llegar a costar millones de pesos.
¿Qué pretendían que yo pensara? Evidentemente yo andaba en busca de alguna fe que me ayudara a hacer la vida más fácil, a que me fuera mejor ¿O acaso no es lo que queremos todos? Nunca he visto llorando a un millonario porque quiere perder toda su fortuna y no puede, si usted lo ha visto, por favor, póngase en contacto conmigo para ayudar a ese buen hombre con su problema.
Continúo con mi reflexión, llegado a éste punto yo no había decidido a quién entregarle mi alma, me dijeron que el diablo era muy efectivo, que sólo tenías que pedir y él te lo daba; quiero ser millonario¡Pumm! tenías millones en el banco, quiero tener a la mujer más guapa ¡Pumm! Aparecía a tu lado la mujer más hermosa (por subjetivo que pudiera ser), quiero ser famoso ¡Pumm! Aparecía tu familia destazada y tú eras el principal sospechoso. Bueno ¿Querías ser famoso, No? Así que no se me hizo negocio y preferí ir por mi lado, solo, “chingue a su madre ¿Qué puede pasar?” Pensé.
A la luz de los años y de miles y miles de páginas leídas, unas a favor, otras en contra, llego a la conclusión de que la religión existe por lo que existe la cocaína, los table dance, el alcohol y la mariguana: oferta y demanda. Negocio.
Spoiler, si usted profesa alguna religión, ésto puede ofenderlo, párele aquí que todavía somos amigos o siga bajo su propio riesgo.
Empecé a ver a la religión como un “todo” ya no importaba si era católica, cristiana, protestante, yoruba, conservador, judío o confusionista y llegué a conclusiones muy interesantes:
- Todos te piden dinero. Basta con ver las imágenes de las propiedades del hombre “pare de sufrir” para agarrar una entripada de dos días, al tipo sólo le falta cagar oro y limpiarse la cola con billetes de a mil dólares, Brasil es el país más cristiano de la tierra (hablo en números, no en fe) así que no es de extrañarse que un “líder religioso” haya amasado semejante fortuna. graças a Deus.
- Todas las religiones están formadas por personas. Esto es tan obvio, que no lo iba a mencionar, pero parece que es el punto que más se nos escapa a todos, lo voy a repetir para que no pierdan el hilo: todas las religiones están formadas por personas. TODAS LAS RELIGIONES ESTÁN FORMADAS POR PERSONAS. Esto significa que desde el seminarista más novel, hasta el papa… Sí. SON PERSONAS; así que van a cagar al baño como tú, se hacen la paja como tú, eructan y se suenan los mocos como tú, desean a la nalgona que va pasando como tú, te mientan la puta madre por dentro como tú. Eso, exactamente igual a ti ¿Por qué tengo qué respetar a un tipo sólo porque dice haber entregado su vida a dios? Es muy respetable su decisión, de eso no hay duda, pero ¿Eso le da acaso un estatus de sobrehumano? ¿El convertirte den sacerdote te exime de equivocaciones? ¿Es moralmente superior a ti porque tiene una fe que tú no? ¿Sus pedos no huelen? Esas y otras mil preguntas rondaron por mi cabeza, conste que no entré a temas más delicados, me limité a los hechos más burdos y terrenales, si a mí se me antoja la mujer de mi prójimo ¿A ellos no? ¡Por favor!
- Como seres humanos, ansían. Poder, riqueza. Ansían todo lo que ansiamos los seres humanos inferiores, también sienten envidia y coraje, también tienen deseos homicidas y deseos carnales, igual que todos, a veces no se pueden controlar y cometen errores.
- Su fe está basada en lo que alguien supuestamente dijo hace un montón de años. Teléfono descompuesto. Para clarificar mi punto, hágame un favor, vaya con su ser querido más cercano, ese con el que siente que tiene un lazo especial y pregúntele cómo pasó cualquier situación que hayan compartido, por ejemplo: “Cuéntame cómo estuvo el día de mi cumpleaños pasado.” o “Recuérdame qué hicimos en aquellas vacaciones en Acapulco”. Cualquier cosa, verán cómo sus recuerdos a veces no coinciden con los propios, cuestión de contexto, para mí un día muy especial fue el de mi cumpleaños veintiséis, el último cumpleaños antes de que naciera mi hijo, para mi esposa ese día no fue tan especial, ya que estaba embarazada de nueve meses y a punto de parir, sufriendo las molestias normales de su estado, una vez que ha quedado claro éste punto, explíqueme, ¿Cómo es que cien años de diferencia pueden no haber alterado las palabras que supuestamente alguien pronunció? Si un sólo día es suficiente para empezar a olvidar cosas ¿Cómo es que le tienen tanta fe a un libro que escribió un sujeto que escuchó cien años después del hecho lo que otro sujeto supuestamente dijo? Lo peor es que lo defienden como si fuera una ley definitiva, ni las leyes son definitivas, se les hacen reformas y apartados, pero claro. Esas son obra del imperfecto hombre.
- Sus libros sagrados, son poco menos que ciencia ficción. Tocar una caja sagrada y caer muerto; partir el mar en dos, resucitados varios, hombres tragados por ballenas, apuestas “de a”vida, ciegos que recuperan la vista, ángeles bajando del cielo a dar mensajes importantísimos al más común de los mortales, irónicamente: Josep Smith. No sé si hablo de libros sagrados o de cuentos infantiles. Mi problema con esto es que la gente lo cree y lo sigue, piensan que porque “sucedió” hace miles de años es verdad, como no estuve ahí para atestiguar lo contrario, lo creo.
- Todas las religiones prohíben pensar. En una famosa oración se encuentra la siguiente línea: “[…] he pecado de pensamiento, palabra, obra u omisión […]” ¿Pecado de pensamiento? Ahora resulta que no soy dueño ni de mis propios pensamientos y de que debo de sentirme mal o debo de ser castigado por pensar, eso debería de ser contra la ley, en muchos casos, pensar es lo único que nos queda, atrapados entre las obligaciones y las injusticias, sólo nos queda la libertad en la mente, pero no, eso también es pecado y debe de ser castigado, sencillamente ridículo.
- Todas las religiones nos quieren mantener viviendo en el miedo. De que dios todo lo ve, todo lo sabe, de que dios castiga sin palo y sin cuarta, de que DEBES de rezar o te va a ir mal, de que DEBES de cooperar para que tu iglesia salga adelante, DEBES de seguir las reglas o te espera una eternidad de sufrimiento sin fin, DEBES de pensar lo que sus reglas dicten, no importa que tu naturaleza te diga otra cosa, lógicamente terminarás traicionando a tu fe en los pensamientos, es por eso que DEBES confesarte, para estar limpio de alma y si la muerte te sorprendiera, poder acceder al reino de los cielos y que tu juicio sea favorable, DEBES entregarle a tus hijos a dios, porque si mueren niños, se van a ir al purgatorio, no desearás a la mujer de tu prójimo, no importando lo buena que esté, no DEBES desearla, es pecado, el matrimonio ante los ojos de dios es definitivo, si tu marido te engaña o te golpea, DEBES de soportarlo, porque ser un mártir es correcto, porque llevar una vida de sufrimientos es el camino al cielo, no nos interesa tu existencia terrenal, nos interesa tu alma, no vivas el aquí y el ahora, no disfrutes, todo es pecado, ya lo harás en el cielo… O no, porque es pecado, si alguien te golpea, ofrécele la otra mejilla, así actuamos nosotros, los piadosos, los que amamos a nuestros semejantes, los que perdonamos las ofensas así como también, perdonamos a los que nos ofenden. Eso sí, siempre y cuando sean de nuestra religión, porque si son niños africanos que mueren de hambre, SIDA o infecciones estomacales; no nos interesan, sus almas están destinadas al sufrimiento eterno, al igual que sus cuerpos, cuando se trata de personas que no comparten nuestras creencias, no tenemos piedad, ni perdón, ni amamos, ni nos importa. Tal como cristo hubiera hecho. Palabra de dios, amén.
No voy a meterme en temas más peliagudos como por ejemplo, si la tierra sagrada es históricamente la tierra más manchada de sangre o si en nombre de la religión se han cometido más asesinatos que en nombre de CUALQUIER otra causa, se han desintegrado más familias y se han cometido más injusticias, no es mi objetivo que seas o que dejes de ser, mi objetivo era publicar mi reflexión y hasta ahí se queda, no voy a mencionar los muchos casos de pedofilia o de sadismo que se han visto en religiosos de muy altos grados en su escala de mando (a falta de una mejor expresión), menos voy a mencionar Jonestown o los 909 muertos en el nombre de la religión, y tampoco voy a hablar de las 717 personas que recientemente perdieron la vida aplastadas por sus piadosos, bondadosos y merecedores del cielo, hermanos religiosos, esas son cosas que pasan en lugares muy lejanos que a nadie le importan. Ni a dios.
Pepe Sosa.