Nueva sub-sección “Los Canallas de (la) Cuarta”

En todo conjunto de humanos siempre hay una gran variedad de personalidades y eso es lo que hace al grupo ser lo que es, naturaleza humana sin más, éste se conforma porque esas personalidades aún con las mencionadas diferencias; tienen algo en común, en este caso, parece ser que el común es la estupidez, la zalamería, la falta de dignidad y el asombroso hecho de poder caminar; hablar, comer, tranzar, tuitear y medio funcionar en la sociedad: sin tener cerebro.

Éste grupo nos demuestra que no todo lo popular o no todo lo que está de moda, es bueno… si quiera aceptable… casi casi rozando lo anti-natural. Me refiero al grupo de esbirros de la cuarta transformación, que en su afán de demostrar que “yo soy el que más se  ha sometido al glorioso líder” llegan al ridículo de formas tan patéticas que nos dejan de dar risa, nos dejan de dar pena ajena y pasan a darnos asco, lástima y a sentir una profunda vergüenza de pertenecer a la misma especie.




En lo personal nunca creí ver a un ser humano arrastrarse tanto por tan poco y es que si el líder valiera la pena todavía lo entendería (sin estar de acuerdo), cuando un líder tiene esa aura poderosa que nos obliga a verlo diferente, a creer en él y a seguirlo por pura confianza, como un salto de fe, entendería que ciertos personajes débiles mentales orbitaran a su alrededor como planetas al sol, pero en el caso que nos ocupa, más parece miedo o pánico a mostrarse críticos con un tipo que no solo ha demostrado cada vez que puede su incapacidad de líder, también se ha mostrado iracundo y vengativo cuando de críticos se trata, no hablo de otro más que de Andrés Manuel López Obrador.

Cuánto material han dado los gusanos arrastrados al rededor de su hedionda imagen, que me decidí a abrir una “sub-sección” (por llamarla de alguna forma), no quise abrirla como categoría porque tengo la esperanza de que sólo dure 6 años, en caso de que no sea así da lo mismo ya que si dura más, no sé hasta cuándo El Tepitazo estará en línea y no por falta de material, creatividad o ganas, sino por falta de libertad. La dictadura de López Obrador es ya una realidad y no porque se haya reelegido o esté hablando de hacerlo, sino porque aún con su incompetencia y malas decisiones que están empujando a México a una recesión inminente: hay gente que lo defiende y le alcahuetea todas sus pifias, algunos alegando que “en 6 meses no se pueden arreglar los problemas de 80 años” y otros como ya dije, por simple acto de fe, éstos últimos; los más desprotegidos y mentalmente paupérrimos son los que están creando un ambiente todavía peor si cabe, porque no exigen, no critican y sólo se limitan a estirar la mano para ver qué limosna se digna a arrojarles papá gobierno.

Los Canallas de (la) Cuarta

Será el título que llevará esta sección en la que daremos a conocer a lo peor entre lo peor, gentuza que desde un cargo público lanza amenazas a la soberanía de otro país, finalizando su perorata con un pintoresco ¡VIVA AMLO! así; en mayúsculas y todo. Si nos vamos a la definición de “canalla” podemos encontrar que canalla es aquél que es despreciable por su comportamiento vil y estos tipos, son la peor clase de canallas que pueden existir, ya verán cómo nuestra capacidad de asombro crece más y más a medida que conozcamos a algunos de estos impresentables.




Algunos chuscos, otros francamente estúpidos pero todos resueltamente decepcionantes, algunos escupen su imbecilidad hablando de temas que no conocen, dando opiniones personales como si fueran hechos científicos y varios hasta violando la ley en aras de quedar bien con el que hoy día ocupa la silla presidencial.

Prepárate para ver el despojo más pestilente de la política mexicana, las meretrices que a cambio de un puesto político, por insignificante que sea, son capaces de degradar su persona hasta convertirla en un pañuelo desechable, con el que, si eres poderoso; te puedes limpiar los mocos, sacar la cerilla, remover heces de tu culo o hacer literalmente lo que quieras, total, ellos seguirán mostrando su apoyo ciego e incondicional, entendiendo por “incondicional” lo que te dure el poder, sin pudor alguno, sin dignidad de por medio.

Pepe Sosa.

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